a despedida de Cunhal, pelos espanhóis

LISBOA. El líder histórico comunista portugués, Álvaro Cunhal, falleció ayer de madrugada en Lisboa a los 91 años de edad, víctima de una larga enfermedad. La muerte del carismático comunista por el que se ha decretado mañana día de luto nacional se produce tan sólo dos días después del fallecimiento del general Vasco Gonçalves, primer ministro portugués del gobierno provisional del 74, símbolo también del radicalismo de la revolución de abril. El mundo de la política portuguesa se ha unido estos días para recordar y rendir homenaje a dos figuras que han marcado la historia de Portugal en el siglo XX.

En un comunicado, la secretaría general del Partido Comunista Portugués (PCP) anunciaba ayer la muerte del que fuera su líder durante más de 30 años (61-92), destacando que «los trabajadores y el pueblo portugués pierden a uno de su más consecuentes y abnegados luchadores». «Revolucionario de cuerpo entero»La vida de Álvaro de Cunhal se confunde con la del propio partido comunista, en el que ingresó cuando tenía 17 años y cuyos ideales sin apenas concesiones defendió toda su vida. Sus colegas y amigos lo describen como un «revolucionario de cuerpo entero». Álvaro Cunhal fue encarcelado en 1949 permaneciendo en una celda aislada durante ocho años, tiempo que dedicó a la escritura y a la pintura. Permaneció unos años en el exilio y regresó a Lisboa cinco días después del 25 de abril de 1974 tomando posesión como ministro sin cartera del gobierno provisional. Durante diez años fue miembro del Consejo de Estado y en 1992 deja su cargo de secretario siendo sustituido por Carlos Carvalhas.

La noticia de la muerte de Cunhal se produce dos días después de la del general Vasco Gonçalves a los 83 años por una parada cardiaca. Con ellos desaparecen dos de los más genuinos representantes del radicalismo revolucionario. Hijo de un salazarista, Gonçalves fue en 1975 uno de los grandes emblemas para los militares del Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) que dejarían de lado a otros de los protagonistas de la Revolución de los Claveles, como el general Antonio de Spinola. Nombrado primer ministro en julio del 74, Gonçalves estuvo al frente de un Gobierno provisional formado por militares y dirigentes del PS, PCP y PPD. Responsable de las nacionalizaciones que fueron decretadas en marzo de 1975 (que incentivaron las ocupaciones de tierras), su identificación con los comunistas fue proyectando un marcado radicalismo. A finales de agosto de 1975 salió del Gobierno y desde entonces no ocupó ningún cargo político, viviendo retirado de la vida pública.

BELÉN RODRIGO, Diário espanhol ABC